Escrito por Vanessa Barradas para la revista Descubra
Mucho se ha dicho sobre con que tipo de comida combina un vino, al principio y hasta no hace mucho tiempo se creía que el vino tinto iba con carnes y el blanco con pescados, de repente era cierto y mucho mas fácil para un cliente que no tenia muchos conocimientos dejarse llevar por esta regla elemental, ahora nos encontramos con el dilema de que la propuesta gastronómica en nuestro país es tan extensa y tan variada que no sabemos por donde empezar.
Bien aunque se contradiga un poco sigue siendo muy fácil realizar combinaciones solo que hay que prestar mucha atención a las características tanto del plato a degustar como al vino, no se como será la crianza en nuestra región capital pero de donde yo vengo era seguro un castigo si se olía la comida, algo de muy mala educación, ahora yo invito a las personas a que abran sus sentidos al encontrarnos en un restaurante, hay que oler!, esa es la clave; se deben sentir todos los ingredientes que componen un plato, descubrir que es lo que mas resalta para poderlo armonizar con un vino, no es cuestión de si es carne o pescado sino todos sus contornos y texturas.
Lo que sigue siendo cierto es que hay una generalidad y que por mas osada que sea la propuesta hay que tener cuidado, por supuesto los sabores fuertes irán mejor con los tintos que con los blancos y aunque todavía no han llegado muchos de buena calidad a Venezuela, los vinos rosados nos van a sorprender cada vez mas.
A la final el paladar de cada quien tendrá la decisión, jamás nos engañara y si usted arruga la cara cuando prueba una combinación es imposible que la misma sea buena, la idea es que exista una armonía de sabores y que ninguno sobresalga sino que todos se fundan y den una sensación agradable, debemos buscar un matrimonio perfecto que si bien no existe en la vida real, si lo encontraremos en una armonía bien hecha..
No nos olvidemos de las ensaladas, los carpaccios, las pastas sencillas y los risottos, son platos que también se pueden combinar con un vino, comiencen sus comidas con un aperitivo ideal como un buen Jerez Fino o una copa de espumante, le abrirá el apetito, si lo hacemos con whisky como es costumbre en nuestro país solo matara sus papilas y no podrá disfrutar la propuesta que ese chef se quemó los dedos para hacerle, además de ser un malgaste de dinero, las bebidas súper alcohólicas también tiene su momento solo que no es frente a un plato de comida. Pruebe y verá, el comer con un vino adecuado puede dejarle una experiencia subliminal y hasta orgásmica! buen provecho!.
Mucho se ha dicho sobre con que tipo de comida combina un vino, al principio y hasta no hace mucho tiempo se creía que el vino tinto iba con carnes y el blanco con pescados, de repente era cierto y mucho mas fácil para un cliente que no tenia muchos conocimientos dejarse llevar por esta regla elemental, ahora nos encontramos con el dilema de que la propuesta gastronómica en nuestro país es tan extensa y tan variada que no sabemos por donde empezar.
Bien aunque se contradiga un poco sigue siendo muy fácil realizar combinaciones solo que hay que prestar mucha atención a las características tanto del plato a degustar como al vino, no se como será la crianza en nuestra región capital pero de donde yo vengo era seguro un castigo si se olía la comida, algo de muy mala educación, ahora yo invito a las personas a que abran sus sentidos al encontrarnos en un restaurante, hay que oler!, esa es la clave; se deben sentir todos los ingredientes que componen un plato, descubrir que es lo que mas resalta para poderlo armonizar con un vino, no es cuestión de si es carne o pescado sino todos sus contornos y texturas.
Lo que sigue siendo cierto es que hay una generalidad y que por mas osada que sea la propuesta hay que tener cuidado, por supuesto los sabores fuertes irán mejor con los tintos que con los blancos y aunque todavía no han llegado muchos de buena calidad a Venezuela, los vinos rosados nos van a sorprender cada vez mas.
A la final el paladar de cada quien tendrá la decisión, jamás nos engañara y si usted arruga la cara cuando prueba una combinación es imposible que la misma sea buena, la idea es que exista una armonía de sabores y que ninguno sobresalga sino que todos se fundan y den una sensación agradable, debemos buscar un matrimonio perfecto que si bien no existe en la vida real, si lo encontraremos en una armonía bien hecha..
No nos olvidemos de las ensaladas, los carpaccios, las pastas sencillas y los risottos, son platos que también se pueden combinar con un vino, comiencen sus comidas con un aperitivo ideal como un buen Jerez Fino o una copa de espumante, le abrirá el apetito, si lo hacemos con whisky como es costumbre en nuestro país solo matara sus papilas y no podrá disfrutar la propuesta que ese chef se quemó los dedos para hacerle, además de ser un malgaste de dinero, las bebidas súper alcohólicas también tiene su momento solo que no es frente a un plato de comida. Pruebe y verá, el comer con un vino adecuado puede dejarle una experiencia subliminal y hasta orgásmica! buen provecho!.
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